El siglo XX vio desarrollarse una forma de hacer turismo, que años, siglos atrás, no hubiera sido pensada. El turismo aventura surge como una forma de conocer lugares, pero buscando perder la pasividad de los tours tradicionales, por medio de la realización de actividades deportivas y de riesgo, experimentando, buscando ser parte de las actividades y no meros espectadores. A diferencia de otras formas de recreación, el turismo aventura ofrece una real oportunidad a los participantes de vivenciar mas sus vacaciones. Desde fines de la década del sesenta, han habido cambios sociodemográficos tales como un mayor poder adquisitivo per capita y un aumento del tiempo libre. Un público con mayor experiencia en viajes se ha beneficiado de medios de transportes más eficientes y económicos y de tecnología avanzada. Esto se tradujo en cambios en la demanda de viajes y tiempo libre y en las normas del mercado internacional de viajes en los noventas. Así, han crecido de gran manera segmentos específicos del turismo como el "ecoturismo", "turismo de naturaleza" y "turismo de interés especial". Tanto el costo del producto, así como el grado de satisfacción que este provoque en el futuro turista son de gran importancia. Tiene que ver con el concepto de "Value for Money" y Valor Agregado. Un verdadero producto de turismo debe brindar algo extra además del valor del dinero para poder atraer al turista a realizar algo satisfactorio. Esto ha llevado a un cambio en las formas de elección de las vacaciones. El turismo de aventura ganó más popularidad entre los viajeros sofisticados de hoy, quienes quieren "experimentar" las vacaciones antes que pasarlas sentados en un ómnibus de turismo. El turismo de aventura se promueve en varias regiones tales como las naciones del Sudeste Asiático, África, Latinoamérica, básicamente en cualquier lugar donde los recursos turísticos dependen en gran medida de los ambientes naturales menos desarrollados. Es así, que es allí donde se espera que el turismo, con su efecto multiplicador y diversificador, genere un impacto importante en las bases económicas nacionales limitadas de esas regiones. Para definir el turismo de aventura se debe tener en cuenta alguna de sus componentes, entre los que se incluyen la actividad, el motivo y medio ambiente, lo que lleva a evaluar el nivel de riesgo, capacidades, desempeño y la experiencia. Mientras que en el Turismo Tradicional es el "lugar" el que brinda la atracción principal, en el Turismo de Aventura, es la "actividad" la que atrae a los viajantes como participantes. Es por ello que entendemos por este ultimo, aquel Viaje o excursión con el propósito específico de participar en las actividades para explorar una nueva experiencia, por lo general supone el riesgo advertido o peligro controlado asociado a desafíos personales, en un medio ambiente natural o en un exótico escenario al aire libre.